La Divina inspiración verbal de la Biblia y su suprema autoridad en todas las cuestiones de fe y conducta.
(1 Tim 3:16, 2 P. 1:19-21).
La existencia de un solo Dios personal; eterno, uno en esencia, pero existente en tres personas, Padre,
Hijo y Espíritu Santo. (1 Jn. 5:7, Mt. 3:16-17, 2 Cor. 13:14).
Que Jesucristo es el unigénito del Padre. (Jn. 3.16)
Concebido por el Espíritu Santo. (Lc. 1:35)
Nacido de la virgen María. (Mt. 1:20)
Que murió crucificado. (Lc. 23:33)
Fue sepultado. (Lc. 23:53)
Resucito de la muerte. (Lc. 24:5-6)
Ascendió al cielo. (Ef. 4:8)
Está sentado a la diestra del Padre como nuestro intercesor. (He. 1:3-4, 7:25)
La culpabilidad de hombre, que todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Ro. 3:23, Is. 53:6).
Que la redención, la justificación, y la regeneración, son obras únicamente por la muerte expiatoria de Cristo,
el hijo encarnado de Dios, como nuestro sustituto y la fe de su sangre derramada en el calvario. (Col. 1:14, Ro. 5:1, Tito 5:3).
La obra del Espíritu Santo proporciona el nuevo nacimiento del creyente arrepentido, efectúa santificación en la vida del
pueblo de Dios. (Ro. 6:22).
La mediación de Jesucristo como único mediador entre Dios y los hombres. (Hch. 4:12, 1 Ti. 2:5).
La seguridad de la segunda venida del Señor Jesucristo en su cuerpo glorificado.
En el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo.
(Mt. 28:19).
En el bautismo en el Espíritu Santo con evidencia de hablar en otras lenguas.
(Hch. 2:4).
En el arrebatamiento de la iglesia para ser recompensada. (1 Ts. 4:17, 2 Cor. 5:10).
En la sanidad divina como otro de los beneficios del sacrificio de Jesucristo. (Is. 53:4-5, 1 P. 2:24).
En la iglesia de Dios universal, que consiste en todas las personas que son redimidas por la sangre de Cristo; la cual
es el cuerpo visible de Jesucristo en la tierra. (Ap. 5:9; 7:9).
La resurrección de los muertos, la vida eterna de los salvos y la condenación eterna de los impíos.(Jn. 5:28-29).
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